Corren tiempos en los que los ejemplos de voluntad para unirse en beneficio común no parecen abundar, ni a niveles personales ni institucionales. Tiempos de crisis, donde parece que lo sensato sería que todos reaccionáramos de forma solidaria para sobrellevarlos de la mejor manera posible.
Pues bien, hace unos días tuve la gran satisfacción de participar en la brillante celebración del ¡Cuarenta Aniversario! de una Asociación creada en el centro de lo que se denominó "la crisis del petróleo": CEPREVEN, nacida en tiempos también difíciles que no parecían propensos a lanzar proyectos novedosos, arriesgados y aparentemente con pocas posibilidades de supervivencia.
En el ámbito de la Seguridad solo existía entonces una Asociación, tan modesta como encomiable: Aself, que reunía a representantes de los Cuerpos de Bomberos junto con otras personas físicas y Empresas diversas que reconocían y colaboraban con el trabajo de estos funcionarios ejemplares dedicados a servir a la sociedad.
¿Qué hacer entonces para lograr la supervivencia, lo mas autónoma posible, de una Asociación que se dedicara a rellenar lagunas y potenciar el trabajo cualificado en determinados Sectores?
En primer lugar y dado los escasos recursos de que se disponía, como en cualquier otra empresa había que ser creativos y también un poco osados (no creo que haya empresa que el hombre haya acometido y que no requiera para triunfar de algunas dosis de creatividad y riesgo). Tampoco se trataba de ser los " Cristóbal Colón" de la Seguridad en España, existían carencias notables para llevar a buen puerto el proyecto, pero también una plataforma de lanzamiento cuyo apoyo era importante, cuando no decisivo, para sustentar la obra a acometer: el Sector Asegurador. Y era decisivo, aparte de por su indudable peso específico empresarial a escala nacional, porque ya disponía de Instituciones internacionales que permitían observar y conocer las realizaciones de los países vanguardistas en este ámbito. Base sólida, creatividad, conocimientos y unas dosis de osadía tendrían que ser el sustento del proyecto a acometer.
Pero no se podrían haber celebrado sus cuatro décadas de existencia sin haber convencido a Fabricantes de Equipos, Representantes cualificadísimos de los principales Cuerpos de Bomberos españoles, Organismos Públicos y Privados, Empresas de diversos Sectores y Jefes de Seguridad, del interés de su colaboración, en una u otra forma. Posteriormente se apoyaron todas las plataformas que complementaban este proyecto aglutinador y, fundamentalmente, la creación del brillante Salón Internacional de la Seguridad (SICUR) que, por suerte, también continúa su magnífica andadura.
Hubo que hacer muchas cosas a nivel técnico:
Me he permitido hacer referencia a algunas realizaciones concretas de Cepreven solo para tratar de responder a las cuestiones planteadas al inicio de esta modesta colaboración.
Todo es posible en Seguridad por ardua que parezca la tarea, si logramos salvar, con voluntad y tenacidad, la distancia que separa lo posible de lo que parece imposible, optimizando la deseable, cuando no imprescindible "UNIÓN DE ESFUERZOS EN PREVENCIÓN".