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26/11/2015

Consignas para la prevención de incendios en el hogar

Consignas para la prevención de incendios en el hogar

La CFPA-E, de la que CEPREVEN es miembro activo, editó en 2010 y revisó en 2016 su Guideline Nº24F, denominada “Fire Safe Homes” (Hogares seguros). Esta Guideline recomienda buenas prácticas de prevención en el hogar, así como qué tipo de elementos pueden instalarse o utilizarse para prevenir o enfrentarse a un incendio.

 

La guía establece unos requisitos básicos de protección. Una de las cuestiones fundamentales es que el ocupante sea consciente del riesgo de incendio y sepa cómo afrontarlo. Esto implica identificar riesgos, y aplicar prácticas prevencionistas. Por ejemplo:

- No sobrecargar enchufes o tomas eléctricas. El sobrecalentamiento del cableado puede fundir el plástico aislante y provocar un cortocircuito.       

- Mantener las instalaciones eléctricas adecuadamente. Los aislantes pueden llegar a arquearse o pudrirse, quedando el cobre expuesto. Las conexiones entre los cables de distribución y los enchufes pueden presentar corrosión, o aflojarse, todo lo cual genera puntos calientes.

- Evitar empalmar cables trenzando los hilos entre sí y tapándolos con cinta aislante, ya que ello genera puntos de alta resistencia eléctrica que se sobrecalientan con el consumo. 

- Las lámparas halógenas e incandescentes generan altas temperaturas. No se deben dejar en contacto con elementos sólidos de bajo punto de ignición, como sofás de espuma.         

- Las instalaciones de gas para cocina, calefacción, etc., deben revisarse periódicamente y pasar las inspecciones reglamentarias.        

- Las cocinas son un frecuente punto de ignición. Siempre se ha de vigilar el proceso de cocinado y mantener la temperatura adecuada, especialmente con los aceites.         

- Se debe mantener la campana extractora limpia de depósitos de aceite.      

- Se deben evitar los elementos de calefacción de llama viva o de malla eléctrica incandescente. Si ello no es posible, no sólo se debe evitar el contacto de elementos sólidos con estos aparatos, sino también mantener una distancia suficiente para evitar la propagación del incendio por radiación.       

-Apagar siempre estos aparatos cuando no haya personas presentes.        

- En los hogares de las chimeneas, instalar matachispas y mantener una distancia prudencial entre el hogar y cualquier elemento combustible.       

- Se debe evitar fumar en la cama. Muchos incendios suceden porque el fumador se duerme y el cigarro prende las sábanas.

 

Según la mencionada Guideline, los detectores autónomos, que además proporcionan una alarma sonora al activarse, formarían parte de los requisitos básicos de protección. Estos detectores proporcionan un aviso rápido en caso de incendio, y son especialmente valiosos si se declara un incendio durante la noche, mientras los ocupantes duermen. Naturalmente la guía también admite la posibilidad de instalar un sistema de detección “cableado”. En España estamos bastante lejos de alcanzar esta situación, que es más costosa, y que requiere una atención mayor a la instalación a efectos de mantenimiento.

Los extintores también constituyen un elemento básico de protección. Debería existir al menos un extintor a mano para ser utilizado ante un incendio. El tipo de agente extintor debe ser adecuado para los múltiples riesgos que se pueden presentar en el hogar, en especial fuegos de material sólido, pero también de líquidos inflamables (aceite de cocina). El riesgo eléctrico está presente en nuestros hogares y puede ser origen de un incendio, por lo que el extintor a utilizar debe poder ser utilizado en presencia de corriente eléctrica. Los extintores deben encontrarse a una altura adecuada y preferiblemente cerca de los accesos a la vivienda, por ello los descansillos de las escaleras son una buena opción. Conocer cómo utilizar un extintor de forma adecuada es esencial. La descarga total de un extintor dura unos pocos segundos, por lo cual hay que optimizar su uso, dirigiendo correctamente la descarga a la base del incendio. En el siguiente enlace se puede acceder a un video editado por CEPREVEN que ilustra cómo debe realizarse dicha utilización: 

Vídeo: cómo utilizar un extintor

También se recomienda disponer de una manta ignífuga. La manta ignífuga permite extinguir incendios de pequeño tamaño. Se aplica sobre la zona donde se encuentra la llama, y actúa por sofocación, al crear una separación física entre el combustible y el oxígeno del aire. Se recomienda que la manta tenga unas dimensiones de 120x180 cm, y que se ubique en un lugar que permita una rápida actuación. Uno de los lugares donde existe más probabilidad de incendio es la cocina, por lo que situar estas mantas en las proximidades de dicho recinto es lo idóneo.

Por último, hay que considerar que en algunas ocasiones no es recomendable actuar frente al incendio, por encontrarse éste en un estado de desarrollo que hace que los medios a nuestro alcance (extintor y manta) sean insuficientes. En esos casos, debe abandonarse la estancia afectada por el incendio, cerrando la puerta al salir. Esta sencilla maniobra es muy importante, por varias razones:

- Interpone una barrera que dificulta durante un cierto tiempo la propagación del incendio al resto de la casa, al confinar los humos y las llamas. Evidentemente este tiempo de confinamiento será función de la potencia del incendio que se ha desarrollado, y de las características de la puerta.

- Mientras el incendio está confinado, está consumiendo el oxígeno de la habitación. Esto ralentizará su crecimiento.

En este momento de abandonar la vivienda hay que conocer cuál es el recorrido de evacuación a utilizar. En apartamentos es sencillo. Pero en casas de más de una planta el incendio podría estar afectando a la planta baja y bloqueando la salida al exterior. Si no hay una salida al exterior desde la planta alta, lo mejor es encerrarse en una habitación que disponga de ventana al exterior, no situada sobre la estancia en llamas de la planta baja, y esperar la ayuda exterior.

En definitiva, incrementar la seguridad en el hogar supone básicamente tomar unas mínimas precauciones respecto al riesgo eléctrico, elementos de llama viva, cocinas etc.; saber cómo intervenir frente al incendio si se encuentra en una fase inicial; en caso de que el incendio alcance un desarrollo importante, iniciar la evacuación y si no es factible, refugiarse en una habitación segura esperando la ayuda exterior. La instalación de detectores autónomos de incendio proporciona un aviso temprano a los ocupantes, aportando un tiempo que puede ser muy valioso bien para la intervención o para la evacuación.