¿Sabías que casi tres de cada cuatro de los incendios que se producen en el hogar suponen un coste de reparación es de unos 2.000 euros? Este dato se desprende de las estadísticas sobre incendios de los datos que analizan las compañías aseguradoras. Del mismo modo, el principal foco de un incendio se encuentra en causas eléctricas, tales como sobrecarga de enchufes, instalaciones antiguas o defectuosas o aparatos productores de calor. También hay que tener en cuenta que el salón de la vivienda es el lugar donde se producen el mayor número de incendios, seguido por el dormitorio y la cocina.
En este sentido, la prevención y protección contra incendios son claves para evitar que sucedan este tipo de siniestros. Así pues, medidas como el detector de humos, la manta ignífuga y el extintor son un plus para detectar y extinguir el fuego.
Por lo que se refiere al extintor cabe mencionar que juega un papel fundamental a la hora de prevenir, además de que es muy fácil de utilizar. Situaciones como un cortocircuito o el derrame de algún material inflamable provocan incendios que se pueden controlar con este sistema de extinción. No hace falta decir lo importante que es disponer de uno y, sobre todo, saber usarlo.
Por ello, en la siguiente guía te enseñamos los pasos que debes seguir para una correcta utilización. Y es que no debes olvidar que, en caso de incendio, puede salvarte la vida.
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