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19/09/2023

Excavación y profundidad de la zanja para redes enterradas

A este respecto, se recomienda el seguimiento de las Normas AWWA (Asociación Americana de Obras Hidráulicas). Aunque fueron definidas para suministro de agua pública, pueden ser válidas para la apertura de zanjas destinadas a instalaciones de PCI

La profundidad mínima de la zanja debe proteger las tuberías de las cargas móviles de circulación rodada, de las cargas fijas, del material del relleno y de las variaciones de temperatura del medio ambiente. Como norma general, bajo calzada o terreno de circulación rodada posible, la profundidad mínima será de 1 m hasta la generatriz superior de la tubería. En aceras o lugares sin circulación rodada puede disminuirse este recubrimiento a la profundidad que se congela el terreno, es decir 80 cm.

La anchura de la zanja, B, depende del diámetro del tubo, de la profundidad de la zanja y del tipo de suelo. Se debe dejar un espacio de 20 cm a cada lado del tubo, para poder compactar bien el relleno y que los operarios puedan trabajar en buenas condiciones. La parte superior del tubo se llama clave, la del medio, riñones y la parte inferior base.

La zanja se debe excavar de acuerdo con la alineación requerida y la profundidad mostrada en la Figura F.13.6:

Figura  F.13.6 Esquema de dimensiones de zanja tipo

Las paredes de la zanja pueden tener una inclinación de 45º o el ángulo de estabilidad del material.

Siempre que el terreno sea uniforme se excavará hasta la línea de la rasante. Si quedan al descubierto piedras, cimentaciones, rocas, etc. será necesario excavar por debajo de la rasante para efectuar un relleno posterior del lecho. El lecho de la zanja debe estar liso, seco y estabilizado si es necesario.

El relleno de excavaciones complementarias realizadas por debajo de la rasante se condiciona mediante tierras procedentes de la excavación, fácilmente compactables y exentas de piedras, enrasando su superficie. Se deben quitar todos los objetos que puedan causar un punto de carga en la tubería.

Si se requiere un lecho de apoyo en la zanja, éste se realizará con material sin piedras en una altura de 0.1 DN + 100 mm. El material debe nivelarse y compactarse a un mínimo de 85% del Próctor Normal (El Próctor estándar o normal es un ensayo que persigue determinar la densidad seca máxima de un suelo y la humedad optima necesaria para alcanzar esta densidad).

Si durante el montaje existe riesgo de inundación de la zanja, se debe fijar la tubería al lecho, al menos parcialmente mediante puntos de relleno, para evitar la flotación de los tubos.

El relleno de la zanja se realizará una vez colocada y probada la tubería. Debe realizarse por capas sucesivas de unos 10 cm y a ser posible con tierras exentas de piedras procedentes de la misma excavación hasta una altura de 30 cm por encima de la generatriz superior de los tubos, consiguiendo un 95% del Próctor Normal en la compactación. La compactación no debe hacerse directamente encima de la tubería, sino que se debe disponer un espesor de al menos 30 cm de capa de tierra encima de la misma.

El resto del relleno se puede realizar con tierras sin seleccionar procedentes de la excavación y deben estar libres de huecos, trozos de arcilla, y de piedras y cantos rodados de más de 20 cm de diámetro. El proceso de compactado se debe llevar a cabo de forma equilibrada a ambos lados del tubo, para igualar la presión sobre el mismo, usando un pistón de cabeza plana o aparato similar.

En caso de tuberías múltiples en la misma zanja, se deben aplicar todos los requisitos previamente establecidos. Se debe tener cuidado en respetar el espacio entre tuberías, para que se pueda permitir el acceso del equipo de compactación adecuado.