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13/06/2016

Puente hacia el futuro

Antonio Ávila Chuliá Presidente de Honor de Aes y Presidente de Chillida Bussines Group, S L

Yo soy del hoy y del ayer, pero hay algo en mí que es del mañana, y del día que sigue y del futuro.

Friedrich Nietzsche

 
Enfrascado en íntimas reflexiones vago sin rumbo fijo por la Valencia del Cid, “Balansiya Ibn Said”, de improviso aparece frente a mí el puente de Serranos, detengo el paso, con parsimonia contemplo el lugar donde antaño se ubicaba la puerta por la cual arribaban los caminantes provenientes del interior de la comarca: La Puerta de Serranos o Torres de Serranos, uno de los doce portones que protegían la antigua muralla cristiana de la capital levantina; de estilo gótico valenciano, de finales del siglo XIV, años 1392 a 1398, gran referente de Valencia y uno de sus monumentos mejor conservados. Durante mucho tiempo su uso primordial fue la defensa de cualquier asedio o eventual ataque a la ciudad; de ordinario servía para ceremonias, entrada oficial de embajadores y reyes, considerada como el acceso principal a la urbe. 

Según refieren algunos historiadores, el puente de Los Serranos ya obraba en 1088, conocido por los árabes como Al-Qantara, era poco más que una pasarela de madera. El 12 de marzo de 1349 el Consell General decreta erigirlo con materiales más sólidos que dichas tablas. Sin embargo, las reiteradas riadas del Turia lo castigan sin miramiento. Así, en 1406 y 1427 el agua se lo lleva casi en su totalidad. Lo peor le vino el domingo 27 de septiembre de 1517, la furia desatada de las aguas acaba por arrasarlo. En el verano de 1518, la Junta de Murs i Valls inicia la reconstrucción de la pasarela, con nueve arcos rebajados, enormes pilas, grandes estribos y escolleras, bajo la dirección del pedrapiquer Juan Bautista Corbera. Aún han de proseguir los cambios sobre el referido puente pero eso es otra historia. 

Los emprendedores, sin duda buenos empresarios, las corporaciones, agrupaciones u organizaciones en general, muestran en los momentos actuales una indudable preocupación por cuanto supone innovación en materia de información y control de la gestión empresarial; a ello habría que unir la capacidad de entender las nuevas líneas lucrativas, las tecnologías venideras o los temas emergentes, junto a un interés por obtener una adecuada aplicación práctica de estas recientes herramientas, sin echar en saco roto el fuerte endeudamiento. Todo ello conlleva que el empresario se sumerja en una intranquilidad contagiosa. 

Esta época, de escepticismo político, económico e incluso tecnológico, afecta sin duda la confianza de empresas y consumidores, y por ende a las perspectivas económicas del país. Preocupa el ser incapaces de poder predecir, controlar o modificar una situación por incontrolable. Es preciso cambiar de actitud, de modo de pensar. Debemos mirar con buenos ojos las tecnologías futuras, interpretar a nuestros adversarios, no olvidemos que el empresario emprendedor siempre ha sido capaz de adaptarse a cualquier situación, por complicada que fuese, en busca de negocio. Creo que nunca es tarde para tender puentes fuertes y sólidos, como antaño se hiciese ante los primeros sistemas mecanizados, el nacimiento de la máquina de vapor, la revolución industrial…, capaces de soportar los cambios. 

Pienso, estamos a las puertas de una cuarta revolución industrial. Antes de lo imaginado, quedará comunicada la antigua realidad analógica con la reciente digital, trasformando por entero el panorama productivo, con cuotas de rendimiento altas y mayor grado de control en el producto, pues lo digital y lo analógico van de la mano. Este escenario, será alcanzado merced a la robótica, los programas de gerencia de activos, ahorro de energía, administración de recursos naturales, humanos… datos que recibidos en intercambio instantáneo con el Centro de control y gestión será el encargado de aumentar la producción. Los inadaptados a los cambios tecnológicos desaparecerán como competitivos en poco tiempo. 

Sin apenas darnos cuentas, a una velocidad de vértigo, estamos inmersos en la cuarta revolución industrial, la 4.0, evolución sin precedentes de los negocios generados en concepto de recursos compartidos. Este modelo funciona si hay como se dice seguridad entre extraños, donde las redes sociales son decisivas. Dicha actividad acarrea numerosos retos tecnológicos, legales y humanos aún sin afrontar; para algunos han de influir en el aumento de las desigualdades entre países, incluso en la alteración de poderes, si no se maneja el tema de manera pertinente. En cuanto al mundo laboral, supone una mudanza en la producción, provisión de bienes y servicios, al supeditar el trabajo a una inteligencia artificial que, de no ser bien regulada, a buen seguro ha de ocasionar conflictos en los mercados, las empresas y sociedades. Esta cuarta revolución industrial, la cual combina los mundos físicos, digitales y biológicos, se anticipa, para afectar sin duda a la totalidad de las industrias, economías y disciplinas, todo un reto para el ser humano. 

Concluyo, el día que conecten “Internet de las cosas”, abreviado I o T, interconexión digital de objetos cotidianos con internet, es decir, lugar en el cual han de adherir a internet más “cosas u objetos” que personas, planteado por Kevin Ashton en el Auto-ID Center del MIT en 1999, sabremos con precisión si los libros, termostatos, refrigeradores, la paquetería, lámparas, botiquines, partes automotrices, mecánicas …, siempre que los mismos estén conectados a Internet provistos con equipos de identificación, de la existencia de cualquier artículo, su ubicación, consumo, venta, además, nunca en teoría quedarían fuera de stock o se podrían suministrar medicinas caducadas. Son de 50 a 100 000 billones los objetos capaces de ser codificados y pese a ello seguir su desplazamiento. En resumen, será “no determinista” y de red abierta (ciberespacio), en la cual entidades inteligentes auto-organizadas (servicio Web, componentes SOA) u objetos virtuales (avatares) estarán interoperables…, incluirá determinismo, fiabilidad y sincronismo…todo un gran puente tendido a fechas por venir, en verdad preparado.

Autor:  Antonio Ávila Chuliá
Presidente de Honor de Aes y Presidente de Chillida Bussines Group, S L